23 de Julio'07



El objetivo de este día es llegar a Reikiavik para luego avanzar hasta Akureiry, en el norte de la isla, para dejar de arrastrar todo nuestro equipaje, esperar allí nuestras bicis y poder empezar el viaje de una vez!

Parece ser que hay pocos buses diarios hacía la segunda ciudad Islandesa. Tardan unas 6 horas y la propia taquillera nos dice que por poco dinero más podemos viajar en avión. Así que investigamos en la web de la 'Flugfelag air' (la compañía aerea de vuelos internos en Islandia) y compramos billetes de ida por unos 116 € http://www.flugfelag.is/





Aprovechamos esa mañana y parte de la tarde para pasear por el Reikiavik, ciudad que se recorre en unas horas. Visitamos la catedral que simula columnas de basalto, el puerto con una escultura que es un híbrido de barca y esqueleto de ballena, y las calles del centro repletas de tiendas de souvenirs. Otra cosa que se puede hacer en Reykjavik es viistar una de sus muchas piscinas públicas.

Cerca del camping tenemos una y por unos 3€ disfrutareis de unas magníficas instalaciones y podremos jueguetar con el tobogán y alternar entre sus piscinas de agua fria, caliente y ...muy caliente.

La llegada a Akureyri me resulta espectacular. Está ubicada en el interior de un profundo fiordo. El paisaje es mucho más montañoso y la cima de sus montañas aún tienen nieve. Nuestra alegría de estar ya en el norte y lugar de inicio de nuestro viaje contrasta con la decepción de encontrarnos con la noticia de qué nuestas bicis aún no han llegado a Islandia. Parece que están en Londres y como siempre, nos dicen lo de 'vuelva usted mañana'. Así que nos toca coger de nuevo un taxi que nos cobra por acercarnos al camping unos 1.300 Krn (16 €).

El camping es bastante ruidoso. Esta lleno de familias con niños algo escandalosos y padres despreocupados. Aún así no llega ni de lejos a los extremos de algunos campings españoles. Cuesta 2 personas y una tienda 1.600 Krn (20 €). Esa noche tenemos una agradable conversación con Enrique, un Chileno y sus esposa Sueca María . Nos cuentan que viven en Islandia desde hace 20 años. Nos aconsejan sobre que ver en el país y nos cuentan alguna anecdota como la de que los primores pobladores de Islandia la llamaron así (Tierra de Hielo) para que otros navegantes pasaran de largo y continuaran su camino a Groelandia (Tierra Verde), aún cuando Groelandia es mucho más gélida y menos verde que Islandia. Desinformación de la época...